- Impresión en 3D (3D Printing)
- Financiación colectiva (Crowdfunding)
- Nuevas empresas de consumo colaborativo (Sharing Economy Startups)
- Bitcoin
Como vemos, tres de ellos están directamente relacionados con la economía y las finanzas. Sabemos que internet está redefiniendo el papel de los actores y los intermediarios en multitud de sectores y negocios. Y ahora le toca el turno a todo lo relacionado con la economía. Bitcoin es tan sólo un ejemplo, pero es quizás el que tiene más potencial para transformar definitivamente el sector financiero, en todas sus vertientes.
Porque la moneda de esta nueva economía es la confianza, como nos decía Rachel Botsman en 2012. Lo estamos comprobando gracias a cada nueva plataforma, start-up o negocio vinculado al concepto de consumo colaborativo. Y por lo tanto, parece razonable pensar que Bitcoin pueda convertirse en un estándar o al menos un buen driver para traducir esta confianza a términos económicos.
En cualquier caso, para entender y analizar el fenómeno en su conjunto, debemos tener una visión amplia, con las opiniones de todos los agentes involucrados. En la mesa redonda de la Fundación Telefónica tuvimos oportunidad la oportunidad de hacer este ejercicio, y creo que valió la pena por el tipo de temas que se trataron:
- Globalidad. El 53% de la población adulta mundial no utiliza servicios bancarios. Y por supuesto, el modelo de transacciones financieras y el propio concepto del dinero que existe en esos países es totalmente diferente.
- Innovación en medios de pago. El ejemplo de M-Pesa en África, un modelo que incluso se ha importado recientemente para su uso en Europa, concretamente en Rumanía.
-
Bitcoin como tecnología. Debemos pensar en Bitcoin no sólo como medio de pago, sino como una nueva tecnología con multitud de aplicaciones.
-
Dinero virtual. Le tenemos miedo al dinero virtual, y en realidad nuestras cuentas bancarias son casi totalmente virtuales, puesto que el mínimo legal establecido para los fondos de reserva de los bancos europeos es del 2%.
-
Un poco de historia. Seguramente con Bitcoin pasará lo mismo que con la adopción de internet y posteriormente de las redes sociales. Lo que ocurre es que todo va cada vez más rápido.
- Menos comisiones. Todos los sistemas de transferencias de divisas tienen comisión, también los de pago electrónico como tarjetas de crédito o Paypal. Con Bitcoin los costes de transacción son mucho menores, siendo ideal para micropagos.
- Rapidez. Una transacción internacional en Bitcoins tarda unos 10 minutos en confirmarse.
- Confianza. Existen multitud de plataformas y comunidades online emitiendo y gestionando sus propias monedas o divisas virtuales. La adopción de Bitcoin o el uso de aplicaciones complementarias de intercambio facilitarían su estandarización como «moneda de confianza».
- Global. No tiene barreras geográficas ni políticas, por lo que puede ser utilizada por cualquier plataforma online.
De hecho, ya tenemos la primera empresa que se ha constituido con capital social en Bitcoins, se llama Coinffeine. Es española, y su modelo de negocio se basa en el intercambio de divisas por Bitcoins, a través de internet y de persona a persona.
En la última edición de TrendSpain lo vimos claro: tecnología para mejorar nuestra vida y transformar los modelos de consumo. La sociedad cambia, los modelos económicos también. Hace años nos decían que compartir era cosa de pobres… ahora es de listos.